Determinismo tecnológico y mediamorfosis.
Workers. Obra de Pawel Kuzynski.

Determinismo tecnológico y mediamorfosis. Instagram, Trump y la falsedad de las cosas

Espectáculo y simulacro, 4ª parte

Debord y Baudrillard no iban nada mal encaminados, y es que las nuevas tendencias y formas de consumo derivadas del espectáculo y el simulacro se han intensificado exponencialmente con internet y las redes sociales. La sociedad se ha visto obligada a asimilar rápidamente estos avances en telecomunicaciones, los cuales han propiciado cambios de conducta en la población. Es la base del determinismo tecnológico.

Índice de contenidos:

Determinismo tecnológico y mediamorfosis, una relación cíclica

Recordemos dos frases de Marshal Mcluhan para resumir vagamente el determinismo tecnológico: «somos lo que vemos»; «formamos nuestras herramientas y luego estas nos forman». Sintetizamos así que el determinismo tecnológico apunta que la tecnología determina la forma en la que nos comunicamos, pensamos, percibimos y construimos la realidad.

Introducimos ahora el concepto de mediamorfosis de Roger Fidler, el cual redefine e invierte la dirección del determinismo. La tecnología y los medios de comunicación son los que evolucionan acorde a los cambios y demandas sociales. Podríamos verlo como un cambio de dirección del determinismo tecnológico, sin tener por qué ser erróneos ni unos planteamientos ni los otros; caminan más bien en una relación cíclica.

determinismo tecnológico y mediamorfosis. una relación cíclica. Cultugrafía. Espectáculo y Simulacro.

Por el lado del determinismo tecnológico, tenemos que tanto la tecnología y el imaginario que asimilamos de los medios determinará nuestro comportamiento o formas de comunicación. Y por el lado de la mediamorfosis, tenemos a la sociedad que, por sus propias innovaciones, influencias políticas o económicas, propiciarán la aparición de otras pautas o tendencias que generarán nuevas formas de comunicación con otras tecnologías, las cuales, y volviendo al determinismo tecnológico, volverán a reforzar o a construir otras pautas de comportamiento.

Instagram y el determinismo más apocalíptico

Odloty. Obra de Pawel Kuczynski. Medios todopoderosos. Determinismo tecnológico.
Odloty, obra de Pawel Kuczynski. Instagram: @pawel_kuczynski1

Pensemos en las empresas que empezaron a desarrollar apps hace más de diez años para iOS o Android. Tanto la tecnología (smartphones) como el software (iOS) y su distribución (App Store) propiciaron que, dada la creciente tendencia en la sociedad de compartir y comunicarnos a través de imágenes, dos jóvenes programadores de San Francisco, Kevin Systrom y Mike Krieger, desarrollaran Instagram. Un claro ejemplo de mediamorfosis, ya que, dadas las nuevas tendencias en comunicación, los señores Systrom y Krieger vislumbraron el éxito con una nueva red social basada en la compartición única de imágenes.

Entonces, si Instagram surge por la observación de estos jóvenes emprendedores y por tanto, de una demanda social, ¿podríamos decir que la aparición de Instagram es solamente consecuencia de la mediamorfosis? No exactamente, y aquí es donde vemos claro que tanto mediamorfosis como determinismo tecnológico caminan en una relación cíclica que nunca acaba.

La aparición del teléfono móvil con cámara determinó nuevas pautas de comportamiento entre la población: la comunicación mediante el uso de imágenes –determinismo tecnológico-. A su vez, esta tendencia provocó que la sociedad pidiera a gritos una app como Instagram para poder expresarse –mediamorfosis-.

Y por último, la parte más apocalíptica del determinismo, la que florece si usamos nuestra perspectiva crítica. ¿Cómo se tomaría esto hoy día Theodore Kaczynski? La aparición de Instagram, junto a las demás RRSS, han traído consecuencias que traspasan la mera comunicación por medio de imágenes: que la gente comparta cada vez más su intimidad, que lo superficial prime por encima de lo puro, que el repetitivo selfie degenere cada vez más la cultura visual, o que la relación con nuestra pareja quede reducida al nivel de un pantalón de Primark, efímero o, como un genuino Zygmunt Bauman diría, como una relación líquida; tanto como la superpoblación de imágenes que inundan las RRSS.

Formamos nuestras herramientas y luego estas nos forman.

Marshall McLuhan

Los medios todopoderosos

Journalists Past and Present, obra de Daniel García. Determinismo tecnológico y mediamorfosis.
Journalists Past and Present, obra del artista Daniel García. Instagram: @daniel_garcia_art

La forma en que nos comunicamos mediante Whatsapp ha llevado a escribir mal a toda una generación de jóvenes que usan abreviaturas, suprimen haches o reemplazan la q por la k. Un mal uso de la ortografía que arrastran hasta la universidad. Por otro lado, el uso extendido de apps como Instagram o Facebook han dado pie incluso a la rápida expansión de revoluciones o resultados políticos que también traspasan la simulación al mundo real y que modifican países que, en el caso de grandes potencias, llegan a cambiar la configuración del mundo. Recordemos revoluciones sociales como las primaveras árabes.

“Los manifestantes ya no tiran piedras, sino fotos […] Se difunden luego en una expansión viral imparable a través de redes sociales, […] cuyos efectos han contribuido poderosamente a la agitación social y política de los recientes levantamientos populares en regímenes totalitarios como los de Túnez, Egipto y Libia”.

(Fontcuberta, 2016: 176-177).

El poder de convocatoria y manipulación de las redes no tiene límites si pensamos en el asalto al capitolio de los Estados Unidos. O yéndonos un poco más atrás, si recordamos la llegada al poder de Trump o el éxito del Bréxit; ambos además con valor añadido: la filtración de datos de Facebook que Cambridge Analytica utilizó para determinar los resultados electorales. Y es que, si acudimos al refranero, “cree el ladrón que todos son de su condición”, no es de extrañar que Trump acusara sin parar de fraude electoral la victoria de Biden, agotando la que pudiera ser su última bala de posverdad, la que por cierto, tan bien funciona entre los líderes y seguidores de la extrema derecha.

Facebook tiene 2.700 millones de usuarios, Youtube 2.000 millones, Instagram 1.000 millones y Twitter 328 millones. Qué suerte tenemos ¿no? Tenemos a nuestra disposición este gran jardín de comunidad, información, entretenimiento y libre albedrío. La población mundial asciende a 7.700 millones de personas. Así que seamos cautos, pues parece ser que sobrepasar el tercio de la población mundial en usuarios (más o menos), ha otorgado a estas corporaciones digitales un poder de carácter divino, el poder de expulsarnos del jardín si nos pasamos comiendo manzanas.

«¿Veis como ese señor estaba loco? Han cancelado sus cuentas de Facebook y Twitter».

Cualquier ciudadano del mundo.
President. Obra de Pawel Kuczynski. Twitter y Trump. Simulacro y Determinismo tecnológico.
President. Obra de Pawel Kuczynski. Instagram: @pawel_kuczynski1

Las RRSS tienen más poder que cualquier líder de opinión, y hasta más que los curas de los pueblos de antes, que mandaban más que el alcalde o la guardia civil. Y con la cancelación de las cuentas de Facebook, Youtube, Instagram y Twitter de Donald Trump, queda más que demostrado que las RRSS son medios todopoderosos. Incluso las noticias de los medios tradicionales anunciaban a bombo y platillo la suspensión de las cuentas del EXpresidente, como si fuera el golpe definitivo de un psiquiatra inhabilitando a una persona demente.

¿Sociedad red? Sí, ¿aldea global? Por supuestísimo, ¿sociedad de la información y el conocimiento? Cuestionable.

La hibridación de los medios tradicionales a los actuales

Anuncio Fortnite. Nineteen Eighty-Fortnite – #FreeFortnite.

Fortnite fue trending topic durante los dos días siguientes a la publicación de su anuncio. En Cultugrafía tenéis explicada la estrategia ideada por Epic Games para luchar contra el monopolio de Apple y Google y pronto publicaremos otro artículo en relación con el anuncio ya que nos abre un filón para hablar sobre el Détournement.

Para terminar, y en lo referido al determinismo tecnológico y a la mediamorfosis, el anuncio nos lleva a reflexionar sobre la hibridación de los medios tradicionales a los actuales. Antes, los americanos esperaban un gran impacto con la emisión del anuncio de la Super Bowl, o en España esperábamos con curiosidad el anuncio previo a las campanadas de nochevieja. Hoy, además, el impacto es conseguido gracias a la publicación de esos anuncios convertidos en virales. Damos así con las mismas estructuras de poder adaptadas a las nuevas tecnologías y a sus derivadas tendencias. También a la industria publicitaria investigando además de en horarios y targets, en la manera de viralizar sus contenidos.

Sensación permanente de falsedad de las cosas

Pensemos ahora en el anuncio de Fortnite para dar fin a este conjunto de artículos sobre espectáculo y simulacro. En cómo sus creadores han decidido usar las skins del videojuego, utilizando como protagonista a un personaje irreal para liberar al mundo real de la presunta opresión del monopolio de Apple. Algo que les ha proporcionado el impacto que buscaban. Volvemos a obtenernos a nosotros mismos representados por imágenes, en este caso, por la del personaje de un videojuego, el cual, ha sido muy inteligentemente utilizado por Epic Games para encontrar la empatía de sus gamers.

Advirtamos el simulacro y lo hiperreal: Epic utilizando un personaje ficticio en lugar de uno real porque así calaría mejor en su audiencia. Y lo mismo ocurre con la empatía hacia los héroes de Marvel o las protagonistas de las telenovelas. ¿No vivimos a través de representaciones? La industria de la cultura, del espectáculo y de lo hiperreal traspasan fronteras y son provocadoras de cambios. Hemos hablado sobre muchas de sus consecuencias, la última: que nos lo creamos todo y que no nos creamos nada.

“la sensación de irrealidad permanente, característica de las sociedades mediáticas […], redunda en una conciencia latente de ‘falsedad de las cosas’”.

(Aguado, 2004: 230).

No le quitamos razón si recordamos las imágenes de los telediarios, a principios del 2020, de la gente confinada y muriendo en Wuhan. Nadie le dio importancia entonces, solo se la dimos cuando nos llegó el turno.

Artículos de la serie ESPECTÁCULO Y SIMULACRO:

Bibliografía:

  • ADORNO, T. y HORKHEIMER, M.  (1998). Dialécticas de la Ilustración. Madrid: Editorial Trotta. Primera edición (1944).
  • AGUADO, J.M. (2004). Introducción a las Teorías de la Comunicación y la Información. Murcia, DM.
  • BAUDRILLARD, J. (2016). Cultura y Simulacro. Barcelona: Kairós.
    Primera edición (1978).
  • BAUMAN, Z. (2018). Vida líquida. Barcelona: Paidós. Primera edición (2005).
  • DEBORD, G. (2015). La sociedad del espectáculo. Valencia: Pre-textos. Primera edición (1967).
  • FONTCUBERTA, J. (2016). La furia de las imágenes. Primera edición. Barcelona: Galaxia Guntenberg.
  • MARTÍN PRADA, J. (2018). El ver y las imágenes en el tiempo de internet.
    Madrid: Ediciones Akal.