Clint Eastwood en El bueno, el feo y el malo (Sergio Leone, 1966). Repaso del género western, películas de vaqueros, cine del oeste.
Clint Eastwood en El bueno, el feo y el malo (Sergio Leone, 1966).

Sin perdón y la historia del género Western

El valor es tener miedo a la muerte y ensillar de todos modos”

John Wayne

El género western es una expresión cultural de la conquista del Oeste americano, un escenario donde se entrelazan la heroicidad, la política, la moralidad y la esencia del ser humano. Desde el primer Asalto y robo de un tren en 1903 hasta la obra maestra de Clint Eastwood, Sin Perdón, en 1992, el western ha explorado los dilemas morales, la lucha por el orden y la justicia, y la dualidad entre civilización e instinto salvaje. Pioneros como John Ford, William Wyler y Sam Peckinpah plasmaron en la pantalla la magia del Oeste, sirviendo como inspiración para el sueño americano y la construcción de la nación.

Sin embargo, el western no se ha quedado estancado en el tiempo, sino que ha evolucionado con la influencia de cineastas como Akira Kurosawa y Sergio Leone, que le han aportado nuevas estéticas y personajes. El caso más emblemático es el de Eastwood, que pasó de ser un actor bajo la dirección de Leone a convertirse en el director y protagonista de Sin Perdón, una película que redefine el western crepuscular y cuestiona los códigos morales del género. Sin Perdón es una reflexión cruda y necesaria sobre los orígenes de una nación escrita en polvo, sudor y pólvora, y sobre las complejidades intrínsecas del ser humano. En este artículo, analizaremos cómo Sin Perdón trasciende el mero entretenimiento cinematográfico y se convierte en un testimonio inmortal del género que nos invita a explorar el alma del Oeste. Os recomendamos la obra Los mejores 250 Western de Santiago Cellier.

Asalto y robo de un tren (Edwin S. Porter, 1903), el primer western de la historia del cine.
Asalto y robo de un tren (Edwin S. Porter, 1903), el primer western de la historia del cine.

Índice de contenidos:

Antecedentes del género Western. Historias de leyenda

Desde sus inicios, con Asalto y robo de un tren (Edwin S. Porter, 1903), el cine ha evolucionado ligado al género western (planos, estéticas, temáticas, personajes, etc.). Directores como John Ford, William Wyler, Sam Peckinpah o Howard Hawks, plasmaron las grandes epopeyas del cine del oeste en la gran pantalla, donde se conjugan el heroísmo, las reflexiones políticas y morales, la ley y el orden, la ambición y el poder, la necesidad de justicia e incluso en algunos casos de venganza, las historias de amor y la defensa de los valores tradicionales, el periodismo y sus formas o el choque de culturas entre el ser humano occidental y el indígena.

La diligencia (John Ford, 1939). "considerada una de las mejores películas de western de la historia del cine y la encargada de refundar un género que hasta su llegada estaba en decadencia porque no supo adaptarse al cine sonoro".
La diligencia (John Ford, 1939). «considerada una de las mejores películas de western de la historia del cine y la encargada de refundar un género que hasta su llegada estaba en decadencia porque no supo adaptarse al cine sonoro». Fuente.

Grandes decorados: desde salones de juego o estaciones de ferrocarril a pueblos perdidos en el desierto. Con la ambición del ser humano occidental y la confianza en el progreso como telón de fondo y la naturaleza con sus montañas, ríos, desiertos y enormes llanuras, observando expectantes cómo los seres humanos luchan entre sí, bajo el influjo de la ambición, y mitificando figuras históricas como Billy el Niño o Wyatt Earp, en historias repletas de drama y perdición. Se trata de la conquista del Oeste americano y de cómo se construyen sus mitos y leyendas, escritas con polvo, sudor, sangre y pólvora.

La era dorada de las películas de vaqueros

Tras las primeras producciones sobre el cine western, entre los años 40 y 60 se llevaron a cabo títulos como Solo ante el peligro (Fred Zinnemann, 1952), Grupo Salvaje (Sam Peckinpah, 1969), Camino de la horca (Raoul Walsh, 1951), Los siete magníficos (John Sturges, 1960), Fort Apache (John Ford, 1948), Rio Bravo (Howard Hawks, 1959), La diligencia (John Ford, 1939), El hombre que mató a Liberty Wallace (John Ford, 1962) o Centauros del desierto (John Ford, 1956).

Período en el que se  profundizan en sus temáticas y se perfeccionan. Títulos que hablan de la vida, del amor y de la justicia. Del trabajo, del esfuerzo y de la superación. Cintas donde existe una tragedia para cada héroe y donde nos recuerdan esos días felices en la gran pantalla en los que había buenos, villanos, mujeres valientes y se vivía, se luchaba y se trabajaba bajo la lluvia y el sol ardiente por esos paisajes y llanuras infinitas.

John Wayne en Centauros del desierto (1956)del maestro John Ford es una de las obras más representativas del género western. Difusión y crítica cinematográfica. Cultugrafía.
John Wayne en Centauros del desierto (1956) del maestro John Ford es una de las obras más representativas del género western.

Se hace énfasis en el progreso y el porvenir de una nación en un entorno salvaje y hostil, pero al mismo tiempo hermoso. Se habla de los que construyeron sus cimientos y también se reflexiona sobre su destino. Por eso, aunque haya luces y sombras, los western de esta época están llenos de magia, y sirven de ejemplo motivador para una nación que avanza por entonces con fuerza, el sueño americano de libertad de los hombres y mujeres que hicieron sus hogares con sus propias manos. Ese sueño que duerme en una cinta cinematográfica llamado western.

Influencias y evolución del western: Kurosawa, Leone, Eastwood

Después de Los siete samuráis (1954) y Yojimbo (1961) de Akira Kurosawa, el ritmo hipnótico y vertiginoso del maestro japonés cruza el mar. Entonces Sergio Leone recoge su legado para realizar su trilogía del spaghetti western, con un joven Clint Eastwood -quien poco después sería Harry el sucio- y la música de Ennio Morricone como protagonistas.

La trilogía con la que Sergio Leone asentó las bases del spaghetti western: Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965), El bueno, el feo y el malo (1966). Películas de vaquéros.
La trilogía con la que Sergio Leone asentó las bases del spaghetti western: Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965), El bueno, el feo y el malo (1966).

Aparece entonces de la mano del director italiano nuevas formas y conceptos, que le dan al género una nueva dimensión estética, con personajes llenos de polvo y aristas. Poco después realizaba su obra cumbre, Hasta que llegó su hora en 1968, con Henry Fonda en un nuevo registro como malo malísimo y con un profético y místico duelo final.

Años después, el western se amarga y entristece de la mano del propio Clint Eastwood, con personajes y ambientaciones cada vez más tenebrosas, en títulos como Infierno de cobardes (1973) y El jinete pálido (1985), que parecen preparar a fuego lento lo que se aproxima. Y de esta forma el western se transforma, avanza y se adapta a los nuevos tiempos. Y cada movimiento, cada gesto y cada rostro, son un verso al abismo para esos forajidos que caminan por el valle de las sombras, donde con frecuencia hablan más las miradas que las palabras.

Sin Perdón (Clint Eastwood, 1992), excelentísimo reparto para una nueva historia del Oeste narrada con humildad y sencillez.
Sin Perdón (Clint Eastwood, 1992), excelentísimo reparto para una nueva historia del Oeste narrada con humildad y sencillez.

Fotografía para los muertos: Sin perdón

En los años 80, otros géneros como el cine negro, la comedia o el suspense, ganan terreno, y parece que el western pierde influencia y protagonismo, con una estética y temática trasnochadas o pasadas de moda. Y entonces, como gran conocedor del western y sus formas, Clint Eastwood realiza en 1992 una de sus obras cumbre: Sin perdón.

La película comienza con una música evocadora, con ese recuerdo y homenaje a Claudia, la esposa fallecida del protagonista, con la imagen de un paisaje con una casa, en algo que es al mismo tiempo un atardecer o amanecer y que servirá de cierre en forma circular. Si algo define esa imagen con esa música, es la palabra nostalgia. Nostalgia por esos viejos tiempos que nunca volverán. Nostalgia por los tiempos del propio actor, que avisa y pone en situación al espectador, que se dispone a vislumbrar una obra repleta de conocimiento, experiencia y madurez.

Sin perdón de Clint Eastwood marca un hito en el western crepuscular.
Sin perdón de Clint Eastwood marca un hito en el western crepuscular.

La historia es humilde y sencilla. William Munny, un vaquero retirado y que ha perdido sus habilidades, malvive en una granja, hasta que debido a su maltrecha situación, se ve obligado a aceptar su último trabajo. Una prostituta ha sido maltratada en un pueblo llamado Big Whisky, donde gobierna un despótico y cruel Marshall llamado Little Billy, interpretado de una forma magnífica por Gene Hackman. Tras el fracaso del caza recompensas Bob el Inglés, interpretado por Richard Harris -otro clásico del género con Un hombre llamado caballo en 1970-, Munny vuelve a ensillar su caballo junto a su compañero Logan, papel para otro magnífico Morgan Freeman, y más tarde con un joven vaquero llamado Kid. La mujer india de Logan, igual que hubiera hecho Claudia, no ve con buenos ojos la nueva misión, y hace de contrapunto como siempre en el western a la ambición y perdición del hombre, vislumbrando cómo se aproxima la tragedia.

Sin perdón, el resurgir del western en los años 90

Entonces, la película coge vuelo y empieza ese viaje de los tres vaqueros, entre paisajes llenos de belleza, mientras Munny va recordando poco a poco lo que fue, bajo el sol y la lluvia y entre ríos y llanuras. Más tarde, cuando el vaquero llega al pueblo enfermo, recibe una paliza de Little Billy. Poco después, recuperado ya de la fiebre y después de recibir sus cuidados, una de las prostitutas informa a los vaqueros de que Logan ha sido ajusticiado. Munny entonces vuelve a beber, y se desencadena otra vez la tragedia en mitad del desierto, por parte de otro ángel exterminador. Kid abandona la misión asustado y Munny vuelve al pueblo en su peor versión, con ese demonio que lleva dentro, y derrota en el duelo final a Little Billy y sus hombres, que le reconoce como el asesino de Misuri y se despide con nos veremos en el infierno, bajo la mirada atenta del contador de historias, encargado de inmortalizar por escrito a otra figura mítica de la historia del Oeste.

Clint Eastwood en Sin perdón. Como dijo Ford, la venganza pone a prueba a su propio verdugo. cine del oeste. películas de vaqueros.
Clint Eastwood en Sin perdón. Como dijo Ford, «la venganza pone a prueba a su propio verdugo».

Tras el duelo y en un final escalofriante, Munny manda un mensaje terrible montado en su caballo, bajo la lluvia torrencial y con la bandera americana de fondo, en una clara reflexión sobre los orígenes de esta nación desde el barro y el fuego, con el siempre polémico dilema del uso de las armas en este país como telón de fondo.

El cine de Clint Eastwood y reflexiones sobre la violencia

Como siempre en el cine de Eastwood, y tal y como ha reflejado en otras obras posteriores como Mystic River (2003), Million Dollar Baby (2004) o Gran Torino (2008), en Sin Perdón aparecen profundas referencias religiosas y sobre la violencia y sus consecuencias. «Matar a un hombre es algo muy duro, le quitas todo lo que tiene y todo lo que podría tener» le dice Munny al joven vaquero Kid, que rechaza continuar con los días de plomo, con lo que de esta manera la película lanza varios interrogantes sobre la estética y las temáticas del género y reflexiona sobre su posible final.

Sam Peckinpah dijo después de Grupo Salvaje que se había equivocado a la hora de poetizar o mitificar la violencia, pero se trata en todo caso de imágenes que nos atraen, y que al mismo tiempo nos recuerdan cómo ésta se puede convertir en nuestra peor maldición. No se trata entonces de una recreación de la misma, sino más bien de una advertencia, para no olvidar lo que llevamos dentro. Y aunque este género ha seguido su camino con otros títulos, nos queda esta historia de un vaquero que por culpa del alcohol y para vengar a su mejor amigo, se vuelve a encontrar consigo mismo en un western sombrío, amargo y reflexivo.

William Munny mirando al infinito. Imagen que quedará para siempre en nuestro recuerdo. Sin perdón. Genero Western
William Munny mirando al infinito. Imagen que quedará para siempre en nuestro recuerdo.

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